Dicen que los finales felices no existen porque las buenas historias nunca terminan, pero igual que las cosas que suben acaban bajando o que todo lo que entra sale, todo o casi todo lo que empieza se acaba, porque hay cosas que nunca olvidaremos.
Son momentos, vidas, etapas, relaciones y sentimientos, entre otros, los que terminan en un momento dado. Sea por el motivo que sea, el tiempo, muerte, la distancia o el olvido…
Quizás esto no sea malo, quizás sea simplemente un final que da paso a un nuevo comienza, a algo distinto a lo que, como a tantas otras cosas de la vida, nos tendremos que acostumbrar. Cueste más o cueste menos será algo que deberemos hacer, pero para eso estamos aquí. Para eso tenemos a tanta y tanta gente a nuestro alrededor que nos quiere y nos cuida como a verdaderos tesoros.