La lámpara de gas

Era una noche oscura, quizás la más oscura podía recordar. La suya era la única luz: una lámpara de gas en sus últimas. Igual que ella.

No era la falta de estrellas ni la luna nueva lo que hacía a las tinieblas ser tan terroríficas, sino el hecho de estar sola en la isla.

Pero bueno, fortunada y curiosamente se encontraba en una especie de refugio improvisado a medio amueblar, de ahí la lámpara.

Mi lista de miedos 1.0

Muchas veces he pensado en mis miedos, en como me frenan y todo eso. He identificado unos pocos solamente, pero es seguro que tengo más. Personalmente, los clasificaría como psicológicos y físicos.

Estos son.

Psicológicos

Miedo a los cambios (este miedo incluye el miedo a lo desconocido). Me aterra pensar que algo pueda cambiar, y que encima me tenga que adaptar yo a ello. Cuando se produce el cambio, lo acepto con total naturalidad y eso como si no hubiese pasado nada. Por este motivo creo que es mi miedo más irracional, puesto que en el momento de la verdad no sufro por él. 

Miedo a comenzar algo que no pueda acabar. Este es horrible. No me gusta nada (evidente, lo sé). Es el miedo a no ser capaz de lograr las cosas, a fallar, a confiarme para después fracasar. No sé expresarlo mejor.

Miedo a ser bajito. De este miedo me avergüenzo. El primero era el más irracional y este es el más absurdo. No me gusta sentirme bajito (aunque tampoco querría ser alto). No diré más. Demasiado absurdo.