En ese periodo de tiempo algo le pasó a ella, porque desapareció de su vida sin dejar rastro, como arrastrada por el viento.
Desapareció de su vida y no lo parecía: al principio él no estaba preocupado, “ya aparecerá, dale un par de horas” decía tan tranquilo…
Desapareció de su vida y no dijo ni adiós. Pasaron las dos horas y unas cuantas más. Ni rastro. Por ninguna parte. Ni una pista.
Desapareció de su vida, pero en cierta manera no… Él la seguía recordando. En todo momento. La veía en todas partes.