miércoles, 24 de septiembre de 2014

Preparando más reflexiones absurdas…

¿O os habéis preguntado nunca por qué se dan dos besos al saludar a alguien? ¿Por qué no son tres, como en Francia? ¿Por qué son en las mejillas y no en la boca, como en ese país cuyo nombre no recuerdo?


¡Hola Bloggy, hola Edu!

Probablemente Edu lea esto después de que yo le haya hablado de ello en persona así que no me voy a dirigir a él, si no a ti.

Yo venía a contarte una cosa.
(Ahora imagínate que me preguntas qué cosa es)
¡Me alegra que me lo preguntes! ¡Por fin alguien que se interesa en le que voy a contar!
(Imagina que me dices que no es nada y sonríes)
No, sí que es algo. En serio, muchas gracias. (Sonrisa mía)
(Siento volver a repetir el verbo imaginar pero imagínate que dices «no hay de qué»)
Pues eso, que a lo que iba…

El otro día comencé a hacerme las preguntas del principio de esta entrada y pensé que, tal vez, me sería un buen tema para otra reflexión a absurda, como la reflexión absurdofilosoficomoral que hice una vez sobre los imanes (y que a alguien no le gustó demasiado.En fin…). Esta vez la absurda rexflexion va a ser del tipo abdurdosociocultural.
Creo que podría resultar absurdamente interesante. Ya te diré algo cuando la acabe (aunque primero tengo que empezarla).


Por cierto, ayer fue el cumpleaños de Edu. De deberías volver al pasado a felicitarle.

Nada más,


Saludos,


   Mori

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