jueves, 9 de octubre de 2014

Tú te pones tus propios límites

Todo es ponerse. Pornerse a correr, ponerse a hablar, a escuchar, lanzar indirectas, recibirlas, escribir, preguntar, responder…
Una vez que empiezas, ya has superado la parte más difícil, ¿no crees?

Hola,

Sé que nisiquiera abrás leído la entrada anterior pero te estoy escribriendo otra mejor ahora mismo, leela antes de bajar a ver la anterior.

Te sorprenderías de lo que puedes ser capaz de hacer si te lo propones.
Que sepas que te hablo desde la experiencia cuando te digo que si crees que no vas a poder hacer algo no lo vas a conseguirlo. Esto es así.

TÚ TE PONES TUS PROPIOS LÍMITES.

Si te propones hacer algo y estas convencido de que lo puedes hacer, lo puedes hacer.
Yo hace dos horas no me veía capaz de correr más de 6 kilómetros seguidos. Hace cuarenta minutos he acabado de correr 10.
Yo estaba corriendo tan tranquilo por mi ruta pensando en la lluvia (me gusta la lluvia) pero sabía que si iba por donde tenía pensado ir no podría hacer más de seis o siete kilómetros antes de volver a casa. No me veía capaz de hacerlo: no lo iba a hacer.
Me dije a mi mismo que me fuese de allí que hicise no sólo esa ruta, sino otras distintas y unidas para no parar ni una sola vez, para que me llevasen a sitios por donde no había pasado antes y a sitios por donde sí. Los recuerdos y las cosas nuevas me distrajeron, no pensé ni un sólo segundo en parar y volver a casa.
Pensé en el gran Forest Gump, me lo había recordado una anónima persona por la tarde. No me pareció justo que él pudiese correr como lo hacía y yo no fuese capaz completar un cuarto de maratón.

Como os decía antes, yo me pongo mis propios límites. Me dije a mi mismo que diez kilómetros y diez kilómetros corrí. Ni diez metros más ni diez metros menos. Paré en cuanto el móvil marcó mi meta. No estaba cansado, más bien eufórico, pesaba que podía seguir corriendo pero había llegado al límite que yo mismo me había marcado y, aunque quería hacerlo, no continué corriendo.

Da la vuelta a la tortilla y convierte tus límites en metas que superar una y otra vez hasta que sólo sean un recuerdo.

Por ultimo, tengo que dar las gracias la anónima persona que comentó hace ya casi seis horas en el blog. Gracias por recordarme a Forest. Y por cierto (y por desgracia), la chica con la que acabó Forest se murió…
En fin, espero con ansia tu respuesta a mi pregunta y ya sabes que cuando quieras vamos a correr (jajajaja, en fin… …).

Simpre serás Bloggy, allá donde vallas.


Fuertes saludos,


   Mori

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