domingo, 24 de abril de 2016

Un día cualquiera...

Hola a todos:

Hoy no vengo aquí hablando para vosotros en particular. Hoy vengo a escribir para dirigirme sobre todo al creador de este maravilloso blog.

Todo empezó un 24 de abril de 1997, era jueves y un día como otro cualquiera en una ciudad cualquiera de cuyo nombre no quiero acordarme. Una especie de ser humanoide nació y le pusieron de nombre Ángel (la verdad, muy graciosos fueron sus padres poniéndole ese nombre de manera tan irónica).

El caso es que con 8 años conocí a ese bicho y admito que le cogí hasta cariño, así que le tomé de mascota por un tiempo... Hasta el día de hoy...


Bueno, es hora de dirigirme al susodicho:

Dear Mori:

Otro año más que pasa... Otro año más que te aguanto. Sin duda tengo más paciencia que cualquiera en este mundo. Me sorprende la tira de años que llevamos juntos sin ni siquiera una pequeña discusión ni una mala cara, jamás.

Dicen que las amistades que duren al menos 8 años están destinadas a no romperse jamás. Muchos pasan por nuestras vidas, sin duda. Pero lo que no me puedes negar es que el tiempo pasa, y muchas personas acaban desapareciendo de nuestra vida, incluso cuando creíamos imposible ese hecho. Sin embargo, algunas almas están destinadas a encontrarse y jamás separarse.

Puede que ya no seamos los mismos que en ese fatídico día de septiembre allá por nuestros tiempos mozos en tercero de primaria, pero la amistad se mantuvo a lo largo del tiempo y, no solo se mantuvo, sino que fortaleció más que el mismísimo Muro de Juego de Tronos.

En el día de hoy no te felicito por ser tu cumpleaños (que también), sino que te felicito por ser como eres, por ser esa clase de persona que todo el mundo debería y desearía tener en su vida. Tienes tus defectos, como todo el mundo, pero sin duda, tus virtudes superan con creces a tus defectos. Eres increíble.

Ya hablaremos con más detenimiento el fin de semana que viene, ya que me has abandonado este fin de semana sin razón aparente. Y, cómo no, acabaré esto como siempre aunque voy a añadir una novedad: Ya que la distancia es lo que nos separa ahora mismo, voy a internacionalizar la frase:

Podría tener un millón de amigos, pero prefiero tener un amigo que vale MILLONES.
I could have a million of friends, but I´d rather have a friend who worths MILLIONS.

FACILIDADES.


Un saludo, Edu.

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