miércoles, 13 de agosto de 2014

Historias del tiempo - (Mm 14. 8-13)

Y vivamos el presente
recordando el pasado.
Preparemos el futuro
como si hubiera llegado.

Si las mentiras nos ahogan,
las verdades nos liberan.

Compartamos nuestro tiempo
despacito y al revés.
Piensa en la luna nueva
que se oculta cada mes.

Sentimientos que sabían
de sensaciones que guían.

Aprendemos del momento
ocupando el gran espacio.
Disfrutamos nuestros días
más rápido que despacio.

Se vuelve el tiempo a detener.
Ya no hay nada que perder.

No has vivido si no has matado
lentamente tu corazón,
no sabes lo que has pasado
porque no es de sopetón.

Vive, sal, y disfruta,
pimienta ya te espera.
Así que vive la alegoría
del elegirte una fruta.

Piensa por qué lo hago,
dime por qué lo haces.
Si ya no lanza tomates
es que el público es vago.

Cuando me quedo sin ideas
se acaban las indirectas.
Las cosas ya no van rectas,
se van poniendo más feas.

Siento decirte adiós
pues no es un hasta luego.
El tiempo lo quema el fuego…
y minutos no hay ya ni dos.



   Mori

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