– Fue en veintidós de febrero, de ahí el 2-22.
– ¿…?
– No, no recuerdo en que caía pero era por la mañana y yo estaba haciendo como que prestaba atención al profesor.
– ¡…!
– Sí, ya sé, ya sé…
– …
– Fue tan sólo una pregunta pero ha trascendido hasta el de hoy.
– …
– Jajaja, no, nunca caerá. ¿Sabías que en todo lo que llevaba de año no había escrito nada?
– … ¿:)?
– Sí, gracias a eso volví a hacerlo. Un gran año que parece estar acabando.
– ¿…?
– No, es que fue en febrero de este año, jajajaja, no hace tanto tiempo pero se ha hecho bien largo.
– ¿…? …
– Pues esto viene a que he hecho como una especie de trilogía poética. En verano me dio por versionar un poema del blog que una vez me obsesionó por no saber quien entraba en él casi todos los días y que acabé por escribir en la parte de atrás de la cubierta del recambio de hojas.
– …
– ¡Por eso mismo lo hice! Nunca me había gustado retocar algo que ya tuviese acabado, casi va contra mis principios. Era una ocasión perfecta para romper mis esquemas: pensé que si todo cambiaba a mi alrededor yo podría hacer lo mismo.
– …
– No, si ya…
– …
– Puede… pero ahora a lo que voy: como pueden trascender las pequeñas cosas.
– …
– Sí, también. Es como esto, de febrero a noviembre pasando por julio. Ocho meses conectados gracias a una mera pregunta de si había hecho algo el día anterior. Acabe escribiendo la respuesta: No, mas lo hago ahora.
– …
– Exacto, en julio volví a pensar en ello. Seguía usando las hojas de aquel recambio y el poema seguía ahí. Me dije “Puede, mas lo hice entonces”.
– …
– No, no fue exactamente así pero más o menos… Como iba diciendo, llegó noviembre trayendo consigo un buen saco de dudas y dejando atrás un disfraz de Halloween. En esta ocasión no respondí a una pregunta, sino que me la hice yo: “Sí, mas ¿qué hago ahora?”.
No se sabe como va,
acabas y te olvidas.
Y de repente algo,
algo va y te recuerda
el tiempo que era hermoso.
Eso es algo, muy borroso.
¿Lo perdí?
No lo vi, ¿estaba ahí?
Sí que quise…
Hubo miedo, no intenté.
Hola yo,
¿estabas ahí?
Yo estaba aquí,
mas ¿sigo aquí?
No lo sé.
Dame un hola buenas
y otra oportunidad.
Yo querer quise y quiero,
la pregunta es “¿tú también?”.
Si consigo mi respuesta,
espero aprovecharla.
Mas no sé si la habrá.
No hemos llegado hasta aquí,
pues aún no hemos salido.
¿Te parece si empezamos?
Quiero un camino ininterrumpido.
Nada más.
Espero respuesta.
Como siempre,
me despido.
Mil saludos,
¿sin rencores?
Mori
Posdata: del dos veintidós al once uno. ¿Cuenta atrás? Piénsalo
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